Tipos

Se tratan a continuación las diferencias entre los diferentes tipos de tratamientos para conseguir un blanqueamiento dental. Muchas personas recurren a productos blanqueadores para usarlos en casa porque consideran que la pérdida del color natural de sus dientes no es tan grave como para acudir a un profesional. Como se verá a continuación, la intervención de un dentista especialista en blanqueamiento siempre será necesaria - en mayor o menor medida - para conseguir unos resultados óptimos en estos tipos de tratamiento.

Analizamos cuatro posibilidades distintas para conseguir blanquear los dientes:

1 - Blanqueamiento dental clínico:

En este caso, el tratamiento sólo dura una hora y el resultado está asegurado. Indudablemente, el blanqueamiento dental clínico es el que aporta mejores resultados, en un período de tiempo más corto y el que menor "esfuerzo" requiere por parte del paciente. Para conocer más información acerca de este tratamiento dental, consulte nuestra sección Técnica paso a paso.

2 - Blanqueamiento domiciliario:

Existen productos como las pastas destinadas al blanqueamiento dental, como el kit blanqueador Clysiden o el blanqueador Cleverwhite. Se conoce con el nombre de "blanqueamiento domiciliario" al uso de dichos productos blanqueadores en casa y sin supervisión de un especialista. Habitualmente, supone un gasto de dinero inútil, ya que muchos de estos productos pueden quitar alguna mancha leve en la mejor de las situaciones, pero la mayoría nunca produce efectos visibles de reducción de tonos.

3 - Blanqueamiento domiciliario bajo supervisión profesional:

Es una alternativa más productiva al blanqueamiento en casa. En este caso, el odontólogo entrega unas fundas transparentes a medida para la dentadura (cuyo molde se fabricará en laboratorio tras una sesión previa para tomar medidas), así como un producto blanqueador y unas jeringas para su implantación, que deberán conservarse en frío.

Todas las noches durante un mes aproximadamente (el tiempo dependerá tanto del tono de los dientes como de la eficacia del producto utilizado), después de lavarse los dientes, el paciente deberá colocar el producto en aquella parte de la férula que corresponda a la pieza o piezas a blanquear y se colocará la funda. Por la mañana, deberá retirársela y enjuagarse la boca con agua fría para eliminar los restos del blanqueador.

Cada semana se procederá a hacer una revisión con el dentista que supervise este tratamiento, con el fin de comprobar que dicho tratamiento está dando sus frutos. Asimismo, el especialista puede ver si existe algún problema y podrá resolverlo a tiempo, antes de que pueda causar algún daño.

4 - Técnicas mixtas o blanqueamiento dental combinado:

Al igual que ocurre con el anterior tipo de blanqueamiento, en este caso se combinan sesiones clínicas con blanqueamiento domiciliario. La única diferencia es que, desde la primera sesión, existen resultados visibles y, por tanto, el éxito del tratamiento se produce antes (en ocasiones, basta con una semana de tratamiento domiciliario para completar el blanqueamiento).

No hay que olvidar que tanto en este caso como en el caso del blanqueamiento domiciliario bajo supervisión profesional deben llevarse a cabo, una vez finalizado el tratamiento, sesiones de refuerzo anuales.

También hay que tener en cuenta que, independientemente de la técnica por la que se decida, es necesaria una limpieza bucal previa para acabar con las manchas exteriores y para que el blanqueamiento se lleve a cabo con el mejor resultado posible.