Indicaciones

La colocación de carillas de porcelana como técnica de restauración dental adhesiva es indicada en los siguientes casos:
 
Problemas de color de los dientes (tinciones dentarias): los dientes pueden perder su color natural por múltiples causas, aunque la más común suele ser la tinción por el consumo continuado de tabaco, té, vino u otras bebidas con color intenso como la Coca-Cola (en estos casos se habla coloquialmente de dientes amarillos o dientes manchados). También pueden producirse alteraciones en el color del esmalte de los dientes debidas al uso de medicamentos (por ejemplo, debidas al tratamiento con tetraciclinas desde la infancia), o por problemas en la composición de los dientes (como ejemplos pueden citarse la fluorosis, o exceso de flúor, y la decoloración blanca debida a la falta de calcio). Estos problemas de tinción dental deben tratarse con carillas de porcelana sólo en los casos en que no sea posible efectuar un tratamiento de blanqueamiento dental, por ser dicha tinción muy acentuada.
 
Problemas de forma de los dientes: un paciente puede querer recuperar su sonrisa natural, o puede querer que se le diseñe una nueva sonrisa más estética, por tener dientes cuyas formas no son ideales. Cabe citar, por ejemplo, los dientes que son más pequeños y afilados de lo normal (en cuyo caso se habla de “dientes conoides” y suele afectar a los incisivos laterales superiores; es uno de los casos en que más indicado es el tratamiento con carillas de porcelana), dientes excesivamente cortos (el caso más claro es también el de los incisivos centrales, también llamados “palas”) o simplemente los dientes que se han fracturado por algún golpe, especialmente cuando la fractura se produce en un borde del diente (las carillas de composite son también muy adecuadas para reconstruir fracturas).
 

Estos problemas de forma aparecen también en dientes que han sufrido un desgaste evidente y fuera de lo normal. Esto se da, por ejemplo, en personas con problemas de atricción (sin llegar al bruxismo) – son aquellas que tienden a apretar excesivamente el maxilar superior contra el inferior, provocando un roce que destruye el esmalte dental –, o en personas que, repetidamente, aplican excesiva presión a la hora de cepillarse los dientes para mantener su higiene bucal.
 
El caso más extremo relacionado con los problemas de forma de los dientes es la ausencia total de alguna pieza dental – debida a causas congénitas – , con la consiguiente deformación de otros dientes para cubrir parte del espacio o funciones de los dientes ausentes. En este caso, los dentistas hablan de un paciente con “agenesia dentaria”, patología relativamente frecuente en nuestra sociedad.
 
Problemas moderados de posición de los dientes: un diente puede tener una posición en la boca fuera de lo normal (por ejemplo, con una inclinación hacia dentro o hacia fuera, o muy separado de otros dientes – en cuyo caso se habla de “diastema” – o puede, simplemente, ocupar la posición de otro diente). En este caso, el uso de carillas cerámicas adhesivas es indicado cuando el problema no puede solucionarse con ortodoncia, o cuando se desea conseguir la solución de forma mucho más rápida que mediante el uso de aparatos bucales.
 
El tratamiento de cosmética dental mediante carillas de porcelana para solucionar cualquiera de los problemas descritos, o cuando existe una combinación de dos o más de ellos (por ejemplo, puede simultáneamente tratarse el cierre de un diastema y la restauración de un esmalte fracturado) consigue que el paciente supere sus complejos e inseguridades causados por dichos problemas bucales.
 
Sin embargo, también existen casos en que no es posible reconstruir estéticamente una sonrisa mediante carillas de porcelana. En concreto:
 
Casos en que la salud e higiene bucal del paciente sea insuficiente. Antes de cualquier tratamiento estético con carillas de porcelana deberán tratarse las patologías que pueda tener el paciente (por ejemplo, caries).
 
Casos en que no existe suficiente esmalte para adherir cada carilla de porcelana, o en que el desgaste causado por la acción de apretar los dientes es excesivo.
 
Casos de problemas maxilares que requieran de cirugía previa, o casos que requieran de intervenciones periodontales previas, etc.
 
Casos realmente extremos relacionados con los problemas dentales enumerados anteriormente. Por ejemplo, cuando la distancia interdental (el diastema) es demasiado grande, puede mejorarse para tener una apariencia más natural, pero no se corregirá.
 
Con independencia de los supuestos mencionados, es imprescindible consultar con el dentista antes de someterse a un tratamiento de estética dental con carillas de porcelana para averiguar si existe alguna contraindicación en el caso concreto de cada paciente.
 
Por otra parte, cabe insistir en que existen alternativas para la reconstrucción de la sonrisa que no emplean carillas de porcelana sino carillas de composite, obteniendo en muchos casos resultados también favorables. De nuevo se insiste en la recomendación de consultar con el especialista odontológico a la hora de tomar una decisión sobre el tipo de carilla a utilizar.